Cómo grabar tu guitarra para conseguir el mejor tono
Ya sea en casa, en el estudio o en el local de ensayo, hay algo que no cambia: el tono lo es todo. Pregúntale a cualquier guitarrista qué es lo que más le importa y lo más probable es que te responda lo mismo. Aunque lo que se considera un buen tono es subjetivo, existen técnicas específicas en los entornos de grabación que garantizan un gran sonido y una base sólida sobre la que trabajar. Desde técnicas de microfonía hasta trucos de mezcla, hemos recopilado algunas de las mejores técnicas de grabación y mezcla para garantizar la felicidad tonal.
Empieza por la fuente
No hay efectos ni plug-ins que puedan arreglar una mala grabación; si el audio de origen tiene problemas, estás perdido. Hacer las cosas bien antes de grabar te ahorrará tiempo y dolores de cabeza más adelante. Antes de grabar, comprueba lo básico:
¿La guitarra está afinada y sin zumbidos?
¿La entonación es correcta? (Para comprobarlo, toca una cuerda al aire y luego la misma nota en el traste 12 con un afinador. Ajusta las selletas del puente hasta que coincidan).
¿Llevo alguna joya que pueda golpear las cuerdas en la grabación?
¿He eliminado todos los ruidos de fondo (como los ventiladores del ordenador y los avisos del teléfono) que puedan arruinar una toma?
¿Está bien la señal de mi guitarra? (evita los picos y no superes los -10db para un headroom mixto)
Coloca el micro
Cada guitarrista tiene su propio método para microfonear un amplificador, pero hay técnicas probadas que te ayudarán a sacar un gran sonido desde el primer momento.
Para encontrar el cono del altavoz, golpea la tela frontal o ilumínala con una linterna. Una vez localizado, prueba a utilizar un micro dinámico cardioide a menos de 5 cm del cono del altavoz. Este tipo de micro es ideal por su caída de frecuencias por debajo de 200 Hz y su capacidad para rechazar el sonido trasero.
Para explorar distintos tonos:
Mueve el micro fuera del eje o más cerca del borde del altavoz. El centro proporciona un sonido más brillante, mientras que el borde produce un tono más cálido y oscuro.
Prueba a utilizar dos micros dinámicos para obtener un sonido más completo, pero mantenlos cerca entre sí para evitar cancelaciones de fase.
Añade un micrófono de condensador más alejado para captar un sonido ambiente más amplio. Esta técnica funciona especialmente bien con amplificadores como el Studio JTM Combo o el Studio Vintage Head.
Colocación de los micros
Brillo con claridad
Meloso, redondeado
Menos resonancia en los graves
Más resonancia en los graves
Si grabas desde casa, estas señales de micrófono irán a una interfaz de audio. Dependiendo del modelo y su precio, las interfaces pueden incorporar preamplificadores de mayor calidad, lo que influye directamente en el sonido de la grabación. Asegúrate de monitorizar la señal de audio y evita recortarla o superar los -10dB para mantener unas grabaciones limpias.
Mezcla
Cuando grabes guitarras:
Prueba distintas posiciones de pastilla.
Juega con la inversión de acordes y la velocidad de la mano derecha.
Utiliza amplificadores con control tonal versátil, como el JVM410 Combo o el DSL100 Head, para dar forma a tu sonido durante la grabación y no tener que depender tanto de la edición posterior.
Súmale capas
Hay momentos para una sola línea de guitarra, pero en temas con base rockera, el doble tracking es tu mejor aliado. Ayuda a llenar el sonido y le da a tu guitarra ese empuje extra.
Graba tu parte, luego repítela y reproduce ambas a la vez.
Panea una a la izquierda y otra a la derecha para lograr una imagen estéreo más amplia.
¿Quieres aún más cuerpo? Prueba una disposición de cuatro pistas (quad-track) con diferentes colocaciones de micro y paneo.
Mantén las interpretaciones bien ajustadas para evitar que el sonido se embarre: demasiadas capas pueden saturar la mezcla.
Si hace falta, edita las pistas para que estén perfectamente sincronizadas.
Límpialo
Ahora que ya tienes una parte de guitarra afinada, bien grabada y con buena calidad, es momento de ver cómo encaja en la mezcla y de ajustar su carácter sonoro.
Usa una puerta de ruido (noise gate) para eliminar el ruido de fondo entre notas. Las puertas más rápidas y precisas funcionan mejor en estilos rockeros más pesados.
Revisa tu ecualización: no tengas miedo de recortar algunas frecuencias graves o agudas si eso ayuda a que la guitarra encaje mejor en la mezcla.
Una guitarra que suena genial por sí sola puede no funcionar igual de bien cuando entra el resto de instrumentos.
Para limpiar una parte de guitarra, sube una banda de ecualización estrecha a un valor alto y deslízala por todo el espectro hasta encontrar sonidos agresivos o molestos. Luego, reduce esas frecuencias.
Añadir un poco de reverb o delay corto puede ayudar a que las partes solistas destaquen más en la mezcla, creando más apertura.
Los amplificadores de estilo vintage, como los cabezales Studio Jubilee o Silver Jubilee 2555X, ofrecen tonos clásicos que se integran fácilmente sin necesidad de retocar demasiado.
Hay muchísimas variables en el mundo del sonido y la grabación, pero si sigues estos pasos, conseguirás partes de guitarra con un sonido brutal que llamarán la atención de cualquiera y dejarán huella.
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