Orgulloso embajador de la marca a lo largo de su carrera, la historia de amor de Slash con Marshall comenzó en realidad en el estudio: uno de nuestros amplificadores fue fundamental para la grabación del álbum debut de la banda en 1987, "Appetite to Destruction". Las fuentes difieren sobre si se utilizó un Marshall 1959, un JMP Super Lead o un JCM800, pero cuenta la leyenda que Slash se enamoró tanto del aparato alquilado que intentó comprárselo a la empresa prestamista. Cuando se le denegó el permiso, alegó que se lo habían robado para evitar devolverlo.

No es de extrañar que se sintiera obligado a recurrir a medidas desesperadas. El álbum, uno de los más vendidos de todos los tiempos, contiene algunos de los tonos de guitarra más influyentes jamás grabados. Temas como "Sweet Child o' Mine" y "Welcome to the Jungle" se convirtieron en himnos instantáneos para una generación de head-bangers de pelo largo desde su lanzamiento, y han permanecido fijos en la conciencia pública desde entonces.

Jim Marshall acudió al rescate de Slash en varias ocasiones, como el guitarrista recordaría con cariño más tarde. "Jim se ocupó mucho de mí personalmente, como uno de sus fieles seguidores y entusiastas de los amplificadores Marshall", declaró Slash al LA Times en 2012. "Hizo lo inaudito: mandó diseñar un amplificador completamente nuevo para mí cuando mis amplificadores Marshall fueron destruidos en un concierto de Guns N' Roses en St. Louis en 1991. Desde entonces habíamos sido amigos".

En 1996, el propio modelo Marshall de Slash - el 2555SL - fue diseñado con las especificaciones exactas de su Silver Jubilee 2555 de 1987, y producido en una tirada limitada de 3000 unidades. Llevaba las firmas de Slash y de su amigo Jim. Más tarde, en 2010, el guitarrista obtuvo un segundo modelo con su firma, el AFD100, diseñado para recrear los tonos de aquel icónico álbum de debut de Guns N' Roses.